13 de noviembre de 2011

La felicidad de un infeliz

Dormimos juntos.Eso querías escuchar?Estás feliz ahora?-Lo dije. No podría creer que habían salido esas palabras de mi boca, y no había retorno atrás, las había oído tan claro como yo las oí.No me dijo nada, se levantó de la silla donde estaba y se puso a jugar con el perro. Yo me quede inmóvil, no entendía su reacción.Algo en él me incitaba a pensar que lo sabía todo, el cuándo, el dónde, el por qué.
Le insistí que me dijera algo, lo que sea.Esperaba una putiada, que sostenga que era la peor persona del planeta, que lo había defraudado o algo por el estilo, que al fin y al cabo tenía razón si lo hubiera dicho.Pero no,para mi consternación, las palabras que salieron de su boca fueron: Estoy feliz.(con una sonrisa de oreja a oreja)

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